jueves, 8 de diciembre de 2011

La Comunidad



Cuando estés en las carreteras, cuando estés entre un lugar y el siguiente, cuando estés pasando un momento al lado del camino con tu bicicleta, habrá un ciclista que se detendrá a preguntarte ¿Todo está bien? y si no, tratará de ayudarte.  Esta es una comunidad, un pueblo viajero, como los gitanos, una tribu nómada, que tiene todas estas cualidades y más.  Como en la vida normal, cada ciclista necesita tiempo solo para meditar y las personas que practican este deporte entienden esto de forma inconsciente.  Por eso como clan es una tribu unida y a la vez da espacio para recuperar su refugio personal, y sin embargo, si necesitas ayuda, el grupo va a ayudarte.  Voy a dar tres ejemplos de mi comunidad para que comprendas nuestra sociedad.
El accidente de un ciclista
El mes pasado un ciclista murió en un accidente de coche.  Quizás iba demasiado rápido en una bajada muy pronunciada, quizás la calle estaba en malas condiciones con grietas suficientemente grandes para atrapar una rueda, quizás sus ruedas eran demasiado estrechas, quizás no era la razón fundamental, pero era una de ellas.  Su rueda quedó atrapada en la grieta y él no pudo controlar la situación, no pudo reaccionar a tiempo y chocó con el parabrisas del coche que venía en la dirección contraria.  Una tragedia para todos.  Después de 15 minutos, más de 50 ciclistas habían llejendo en la escena del accidente.  A la mañana siguiente, la calle fue reparada por la ciudad a causa de las campañas de los clubs de ciclistas en el área.  Los mensajes de correo electrónico volaron con advertencias sobre estar atentos a la hora de pedalear y por supuesto tener en cuenta lo que pasó.  Al funeral del ciclista asistió la mayor parte de la comunidad ciclista.  Siempre es triste que se junta por la muerte.
La encrucijada
Nosotros hacíamos una ruta del este al oeste, apoyados por un vehículo que llevaba nuestro equipaje y tiendas de campaña mientras pedaleábamos y cuando alguien lo necesitaba, a nosotros y nuestras bicicletas.  Otra persona viajaba del norte al sur cuando nos encontramos con ella en Hartzel, Co.  Al lado de la calle había una señorita sentada con su cabeza entre las manos.  La bicicleta estaba junto a ella cubierta de barro endurecido.  Nuestro conductor paró el vehículo para ver si ella necesitaba algo.  Ella sufría mucho, estaba mareada de hambre, sed y falta de sueño.  Ella había estado corriendo en la carrera de las montañas Rocallosas con una bicicleta de sólo una marcha.  Para muchos, el uso de solo una marcha es una locura, pero por otros es un paso de desafío.  Debido a las condiciones del tiempo y otros factores inevitables, estaba a punto de desplomarse. La cuidamos y la llevamos y también su bicicleta a nuestro motel en Fairplay.  A la mañana siguiente, después de beber, comer y dormir, ella volvió a la vida y continuamos hacia Breckenridge donde nos reunimos con algunos amigos de Denver y celebramos nuestros logros.  Finalmente, ella se fue a Denver con nuestros amigos para regresar a su hogar.  Nosotros continuamos pedaleando y siguió nuestra aventura.
La fiesta
Cerca de San Francisco, en California, hay mucho grupos o clubs de ciclistas.  Es verano y estoy pedaleando con ‘Deb´s diversion group’.  El paseo es un circuito hermoso de 80 kms por las secoyas costeras.  Es una mañana agradable, me siento bien con la brisa en mi cara, es vigorizante. Todos nos inscribimos al principio y estamos en camino a la primera parada.  Somos 20 hoy día y cuando encuentro a Sandy, digo: “Hola” y ajusto mi ritmo al suyo así como le pregunto sobre su nueva ropa; unos calentadores para brazos con un diseño de leopardo.  Tomo una nota mental de que ellos no hacen juego con las cintas de colores del arco iris que flotan en el aire, llevadas por el casco.  La niebla con olor a secoya y la subida poco empinada de la colina es suficiente para mantenerme caliente.  Se me acerca un ciclista y dice “on your left” y me pasa.  El grupo llega a nuestro destino, un café que está en las colinas costeras en un pueblito al lado de un río justo encima de la niebla.  Este es un paseo especial.  Es el paseo para celebrar el cumpleaños de Deb que ha llegado a los 80 años.  Regresamos al aparcamiento con el sol de la tarde, deseando que llegue el próximo paseo.
En cualquier caso, si estás en la calle y no conoces a nadie y montas en bicicleta, tendrás compañeros.  La familia ciclista es tan grande que incluye a personas que no son ciclistas y incluye a ciclistas que, sin embargo, prestan socorre a otros ciclistas cuando éstos la necesitan.  Quizás te provean un área para poner tu tienda de campo o engancharte al agua de su grifo o  te ofrecen un dormitorio en la casa o simplemente te dan de cenar.  Cada persona hará lo que pueda.  Una persona famosa que hace eso se llama ‘The cookie lady’ que por más de 25 años dio su hospitalidad a quien pasara por su casa.  Para mí, llevo agua, barras de comida y unos parches de más por si acaso, y toda la ayuda que pueda prestar.  Esto es una comunidad. 

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